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Viajar lentamenta hacia el placer
Para empezar vamos a hablar de los significados de los protagonistas de esta nota.
El ascendente
Por un lado, un signo ascendente es la constelación que estaba en el horizonte al Este a la hora en la que nacimos. Este puede variar según la hora, lugar del mundo y mes en que nacemos.
Cada uno de ellos nos marcará cuál es la energía que nos hará «ascender» en la vida, o en otras palabras, evolucionar o crecer.
Tauro
Por otro lado, Tauro es el signo de la materia , el valor personal, los tiempos lentos, el pensamiento racional, el momento presente y el disfrute.
El desafío para las personas con este ascendente es aprender a disfrutar la rutina , entender y ser pacientes, ya que la sensación constante es la de que todo les cuesta más que a los demás o se les da más lento. Los acontecimientos de la vida los llevarán a desarrollar el gran talento de la templanza y la perseverancia, así como también de la conexión profunda con la naturaleza, su alimentación y el goce de los pequeños placeres.
Además, Tauro es uno de los signos que más sabe del placer y como ascendente, puede registrarse como un bajón a la realidad, la vida diciendo en cada experiencia “estas son las cosas que tenés, estos son tus recursos, aprendé ir más despacio y a disfrutarlos”.
Este ascendente propone una apertura en cuanto a la conexión con la tierra, lo material, la administración y los recursos.
Lo que el Ascendente en Tauro tiene que aprender
Una de las grandes lecciones de esta posición astral es aprender a sostener, amasar, esperar y poner un freno en el reconocimiento de la observación sobre los recursos existentes; un proceso similar al de preparar una torta y ver que ingredientes se van a necesitar, cómo se prepara y se baja al presente el proceso.
Asimismo, una enseñanza significativa de los signos de tierra es aprender a entender que todo tiene un tiempo . En este sentido, la energía taurina es lenta y necesaria para remojar procesos, es decir, que si bien puede generar frustración incorporar la maceración del cronómetro, estos nativos regidos por Venus, tienen que fusionarse con este ritmo calmo. Al tener a Aries en la casa 12, las personas con esta energía tienen el anhelo inconsciente de querer ir bien rápido y siempre sentir que la vida les enseña a frenar y bajar la velocidad.
Es importante agregar que más allá de que tienen talento de perseverar, es jugoso entender la delgada línea entre progresar o terminar colgándose una mochila de quinientos kilos. Pues este ascendente de tierra fija, se siente cómodo mientras haya disfrute pero cuando finaliza, el sostener empieza a pesar, y en ese paréntesis aparece un termómetro del punto medio que tienen que tener en cuenta.
Por último, un lado fascinante de este signo “en ascendencia” es la búsqueda de la felicidad en lo simple y el hecho de atravesar la vida con momentos de bienestar y de conexión tanto con el cuerpo como con la naturaleza. Su destino está en la quietud y tranquilidad.
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