Es momento de revisar cómo nos comunicamos y desde qué dolor podemos estar abarcando un diálogo. Lee más acá. 

Fuente: Javiera Bañados
Medio: Tiempox

Según el estudio esotérico, los movimientos de los planetas se denominan tránsitos astrológicos y hoy nos encontramos con uno que puede ser incómodo en cuanto a nuestros pensamientos y conversaciones pero también, si tomamos consciencia de nuestra manera de hacerlo, puede llegar a ser muy sanador. Por eso, vamos a hablar de Mercurio en Libra en oposición a Quirón en Aries.

¿Cómo afectará este tránsito astrológico en nuestro campo energético? Estas preguntas se podrán responder entendiendo qué significa Mercurio, Quirón y una oposición.

Mercurio es el planeta de la comunicación y el aspecto cognitivo. Por otra parte, Quirón es un asteroide conocido por representar nuestras heridas, siendo un punto que activa el sufrimiento en nosotros, pero también la sanación: el pasado nos hirió y, a veces, esas heridas no cierran. Las rascamos, las tocamos, simplemente las observamos y tratamos de sanarlas, pero no se curan. Generalmente, creemos que las cosas se superan pero tal vez, algunas simplemente se aceptan y cada día podemos elegir qué personas podemos ser con esas heridas que cargamos.

Una oposición, por su parte, es un aspecto astrológico entre dos planetas que se encuentran a 180º y que indica tensión. Habla de que proyectamos en los demás lo que sentimos y cómo se genera un enfrentamiento entre ambos lados energéticos.

Mercurio se encuentra en Libra, lo que genera una necesidad de equilibrio espontáneo de encuentro con el otre, a través de la palabra y la reciprocidad armónica a punto caramelo para que fluya lo que expresamos.  Esta alineación aborda el feedback sobre la base del deseo de ambas partes. 

Asimismo, Quirón se encuentra en Aries, el signo opuesto complementario de Libra, lo que indica una herida muy personal y la frustración de sentir que no logramos accionar hacia aquello que buscamos como queremos que suceda.

El contacto entre estos dos puntos, al ser una oposición, responde a un encuentro directo y sin filtro con el dolor propio/ajeno y el borde que se siente en el intercambio con la otredad. 

Es muy probable que podamos caer en proyecciones en la otra persona sobre aspectos personales que nos hieren pues reconocerlo en nosotros puede sentirse denso y es por eso que estaremos inclinados a responsabilizar en los demás (como espejos que somos) sobre aquello que nos provoca sufrimiento, ya sea por los tonos de voz o por el tipo de intercambio que se produzca. 

Es clave adentrarnos en nuestro mundo personal y encontrar nuestras cicatrices más latentes, esas que nos generan nudos en la garganta y activemos desde ese lugar, un ida y un vuelta empático y simétrico. Es por eso que es crucial focalizar sobre los términos que usamos cuando sentimos agotamiento emocional y enojo, ¿Estás siendo compasivo con tus fantasmas o estás nutriendo tu herida?

Entonces, la idea es que cada herida nueva que nos provoque nuestro Quirón es que nos vaya llevando a nuevas dimensiones y a nuevos lugares. Tiene que ver con expansión, aunque duela. Por eso es una mezcla entre Saturno y Júpiter.

Si querés aprender más sobre Quirón, en Aprende Astrología tenemos un curso online para profundizar en este planetoide tan importante para la astrología actual.

Quironeemos por aquí:

Ese dolorcito necesita amor

Te regalo mil curitas de colores

para darle calorcito a tus dolores

pues en ellos se encuentra el origen de la abundancia

Reconocer la herida propia late hacia los demás

La llave hacia nuestro don la tenemos colgada

en el corazón capaz de florecer del lodo

llenando de jardines a aquellos que más necesitan

el perfume de la sanación