La confianza, el optimismo, la expansión, son algunas de las características de esta luna de fuego. ¿Queres conocer más? Enterate acà.
Empecemos por definir a los protagonistas de esta nota.
Por un lado, la Luna es la energía que tenemos desde la infancia, los hábitos que sentimos que nos protegen, la conducta instintiva. Tiene que ver con la pasividad, la receptividad e introversión y está asociada, tradicionalmente, a la madre, a lo femenino.
Por otro, Sagitario es el noveno signo del zodíaco, es de fuego y comienza a ir en busca de un objetivo, de un ideal. La enseñanza es un tema importante al igual que viajar, conocer nuevos lugares y aventurarse.
Recordemos que el aspecto lunar describe el clima que había en el momento del nacimiento. Aquellos que dieron su primer respiro bajo esta lunación de fuego, se encuentran con un contexto optimista, de viajes y un grupo familiar vinculado al extranjero o a viajes internos (por ejemplo una religión o dogma). Además, quienes nacen con Luna en Sagitario, viven una infancia de fantasía muy grande, vivencian un entorno mágico y poseen la sensación de vivir trascendiendo los horizontes pues son alentados a desafiar límites.
Desde este lugar positivo y en la adultez, muchas veces este patrón esperanzado, se puede volver negador de los conflictos del día a día. Este aspecto de su personalidad se asocia con un exceso de optimismo que muchas veces evade el “vaso medio vacío» de la existencia, el cual también forma parte de nuestra realidad.
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Cuando este ímpetu lunar regido por el planeta Júpiter siente inseguridad o frustración, su mecanismo de defensa puede vincularse con irse de viaje u organizar fiestas y posicionarse en el: “acà no pasó nada”. Es esencial revisar que esta dinámica no derive en excesos e incapacidad para racionalizar el mundo tal como es.
Una gran lección para los jupiterianos lunares es que logren entender que en el conflicto hay aprendizaje y que lo pueden transformar en enseñanza para otrxs: esa es la gran metamorfosis de este inconveniente. Asimismo, su carácter suele ser confiado en relación al mundo en general. Y por lo tanto siempre es un buen plan contar con su amistad y su mirada del lado expansivo de la realidad.
También, son motivadores innatos y logran objetivos que muchos consideran imposibles de obtener. Su gran talento es enseñar sobre temas filosóficos, del sentido de la vida, históricos, dogmáticos. Ahora bien, es imprescindible no estar dando càtedra sobre su conocimiento pues pueden llegar a ser individuos “expertos” en ciertos asuntos y necios en cuanto a flexibilizar su manera de pensar.
Muchas veces este perfil lunar está arriba y no puede conectar lo racional y fáctico. Por esto, es fundamental que puedan tomar contacto con el elemento tierra ya sea pidiéndole consejo a alguien que tenga tierra en su Carta Natal, o pisando la tierra literalmente: estar descalzo, estar en el cuerpo, estar con las plantas, entender los tiempos de la vida.
La vibración del centauro de la rueda zodiacal es desparramar alegría pues son valientes, se aventuran, les encanta viajar, lo nuevo, explorar y son excelentes para dar consejos y para instruir a otrxs, entonces el talento es ESE.
Lo relevante en este escenario tan colorido es que puedan registrar el sufrimiento y el lado empantanado vital pues es ahí donde van a poder tomar consciencia de su poderoso don para poder guiar a otros también. Sagitario es el maestro.
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