Este tránsito planetario tiene distintas aristas para tener en cuenta. Si bien se relaciona con la capacidad de seguir adelante y de crecer a través del dolor del pasado también puede sentirse abrumador por lesiones en el corazón que aun no fueron sanadas en nuestro interior.

Quirón en Aries conjunción Júpiter en Aries: crecimiento a través del dolor

Primero, es importante tener en cuenta que Quirón en Aries responde a una sanación individual yun reconocimiento de dolores que tienen que ver con nuestra identidad , o rasgo de nosotros mismos que necesiten salir a la luz para revisarlos y mimarlos desde la plena consciencia para avanzar sin estos flechazos del alma por la vida.

Con este tránsito, alser uno mismo la causa y el propósito de nuestra evolución ( Aries : «yo»), así como el mayor beneficiado el mayor perjudicado ( Júpiter tiende a la exageración, tanto de lo bueno como de lo malo) , es probable que durante todo el mes, adoptemos actitudes autocentradas, algunas veces equilibradas, otras desproporcionadas, en especial cuando existe miedo a sentirnos perdidos por sentirnos atacados. (Aries, Marte: supervivencia).

Esta conjunción se perfecciona el 12 de marzo en el grado 14 de Aries. Podés abrir tu carta natal y fijarte qué casa ocupa , eso marca el ámbito de la vida donde se da este tránsito a nivel personal.

Se activa cada vez más el tránsito de Quirón. Según tu asc se (re)mueve:
♈️ identidad y deseos
♉️ lo colectivo
♊️ amigxs y grupos
♋️ vocación
♌️ creencias
♍️ patrones viejos
♎️ relaciones
♏️ hábitos
♐️ proyectos creativos
♑️ hogar y familia
♒️ comunicación
♓️ recursos y cuerpo

— Aprende Astrología (@aprenastrologia) March 1, 2023

Es un tránsito muy especial porque se da cada 13 años , ya que ambos tienen órbitas muy lejanas a la tierra e indican cambios sociales. La última vez que se encontraron fue en el 2009 en el signo de Acuario.

Insights : ¿Cómo me vinculo con el dolor? ¿Me permito aprender de las heridas como maestras de sanación? ¿La forma en que tomo la iniciativa es la indicada para llegar hasta lo que quiero? ¿Cómo me siento cuando no alcanzo mi objetivo? ¿Si no alcanzara mi fin, dejo de ser alguien capaz, fuerte y valiente? ¿Sé distinguir el momento indicado para dejar de insistir en la conquista de algo? ¿Entiendo cuándo lo hago desde la herida, para examinar que puedo hacerlo?

Otro de los indicadores que podemos mirar al observar un tránsito que se da en un mismo signo, es identificar que el protagonista de esta sanación soy YO y macerar la idea de que el par también es un YO que está en la misma búsqueda de sanarse individualmente (eje Aries-Libra).

Bonus track:

Es evidente que todo es un juego de espejos, de proyecciones y de reconocimiento.

El 1/3 se perfecciona la conjunción entre Venus y Júpiter en Aries trayendo inicios expansivos y el 3/3 se une Venus también con el planetoide mitológico, Quirón. En este contexto, podemos entender que estamos atravesando un cielo repleto de fuego y que nuestra energía puede sentirse impulsiva pero también drenada, por lo tanto es importante volver a nosotrxs a través de meditaciones, yoga, arte o cualquier tipo de actividad que canalice la acumulacion de sentimientos, tanto positivos como negativos.

Quirón como energía (sin signo) busca recopilar intelecto y experiencia que lo ayude a sanarse , y al mismo tiempo se pone curitas cicatrizando heridas de les demás. Dicha sabiduría (adquirida por la experiencia vivencial) es la que nos permite transitar la incomodidad sin caer en la destrucción propia o ajena.

Y para transmutar lo cultivado en sabiduría y contar con la capacidad de compartirnos desde el conocimiento, es necesario fusionarse con la energía Sagitario.

La unión de Júpiter y Quirón en Aries podría gestar dos resultados:

  • 1- Alguien que se autosana con su propias vivencias y lecciones, tomando el impulso y confiando en su caminito de recuperación a través de la búsqueda singular o de experiencias ajenas, para sanarse entendiendo que cada proceso de curación es único y que cada quien es su propio protagonista.
  • 2- Alguien con una inseguridad desbordada por su propio dolor que se ubica en un lugar de víctima eterna que debe luchar constantemente para tener visibilidad frente a un espejo para no dar a conocer su falta de confianza con respecto a su identidad eligiendo desde el «sólo yo» alcanzar armonía sin percibir, que el par también es un YO que está en su propio curso vital.

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